El día de hoy se presentaba lluvioso, pero sobre las 12:00 se abrió un tremendo claro en el cielo de montequinto, el cual ingenuo de mi creí que sería para todo el día, me dispuse a salir con la bici en dirección a Utrera, cuando llego a la zona del depósito de bombonas de repsol, no creía lo que venía detrás mío, un impresionante nubarrón que abarcaba todo el horizonte. Para colmo de males, notaba que en el trasero sentía cada vez más la carretera, exacto segundo pinchazo en las dos últimas salidas, a una por salida. Creo que más gafe no se puede tener, el año pasado tuve solo dos, este año ya llevo uno.
Entre una cosa y la otra, decidí volver, no sin antes agradecer siempre a ese maravilloso mundo de la bici que cuando alguien te ve con apuros, solo con que te pregunte: "necesitas algo, te falta algo", me siento orgulloso de pertenecer a este mundillo. Que diferencia cuando a alguien se le pincha una rueda del coche. A la altura del cruce Alcalá-Dos Hermanas chubasco intenso el cual me hizo resguardarme en una venta a la altura de la fundición y el paso peatonal. Pasaron tres minutos, con una charla agradable con la dueña del establecimiento, gracias por acogerme, cuando escampó y puse pies en polvorosa. Otro día para tenerlo presente en las victorias.
Mañana saldremos mi hermano y yo por la zona de Montequinto-Alcalá y Dos Hermanas, si el tiempo lo permite, para hacer una tirada larga de carrera a pie, hemos quedado a las 10:00
No hay comentarios:
Publicar un comentario