Razones claras, un equipo que se ha creado en nuestra ciudad con un grupo de gente sana y que nos llevamos de miedo, disfrutando de estos eventos. Cada uno tiene objetivos diferentes pero con una idea en común mejorar tanto deportivamente así como mejorar como personas.
Nos trasladamos parte del grupo el viernes, para así disfrutar más de este evento, altamente recomendable, como dicen muchos, muchas cosas a mejorar, per olo que está claro es que el empeño de esta gente por mejorar cada año les hace grande, es posible que otro año vuelva. Recogida de dorsales y preparativos para la prueba.
La tranquilidad ha sido la nota predominante en los días previos, se nota los ocho medios Iroman que llevo encima, hace que te fijes en otros detalles, por que aquellos en los que los novatos está pendientes y no dejan disfrutar, a los que tenemos varios encimas se nos hace esos procesos como automáticos. El sábado por la tarde llevamos las bicis a los box para acelerar a la organización el procedimiento engorroso de revisarlas. Cena en Bar cercano al Hotel del equipo y rápidamente a la cama, esta noche mi niño tenía ganas de cachondeo y el mozo haciendole un favor a su padre se acostó a las 0:20, teniendome que levantar a las 5:00 para ir al desayuno.
Nos trasladamos desde Marbella a Puerto Banus en la Bikineta y llegamos con suficiente tiempo para preparar todo lo que se dejó el día anterior. Para mala suerte el compañero Luismi tenía la rueda pinchada, tuvo que cambiarla a toda prisa, esto siempre trae consigo muchos nervios, falta de luz, etc.
Antes de darnos cuentas eran las 7:30 último apretón y a enfundarnos el neo. La mar estaba tranquila en comparación al día anterior, no soplaba aire y se nos antojaba una natación cómoda, craso error, que luego detallaremos. Cámara de llamada y presentación de los pros. Sin más dilación la salida, la misma rodeada de todos mis compañeros de club e intentando no hacernos daño entre nosotros, pero era tal el gentío que se apiñaron un buen grupo de atletas alrededor de mi, era imposible la natación, era tal cúmulo de gente que no se podía estirar el brazo. El otro problema añadido era la temperatura del agua, esta estaba helada para ello utilicé dos gorros, pero para las manos y pies no hay nada.
Hice una transición rápida comparada con el año pasado, en el que cometí muchos errores. Y afronté los primeros kilómetros de llaneo por Marbella con la intención de meter mucha cadencia y calentar las piernas. Afronto la primera de las subidas al puerto de Ojén, para mi uno de los más bonitos en cuestión de paisaje y variedad de porcentajes, se me hizo ameno en compañia de Jesús, como ha mejorado este tío, además de aprender a regular.
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