miércoles, 7 de octubre de 2009

Crónica de la V Titán

Llegamos al reino de los Titanes desde la ciudad Nazarena sobre las 18:00, dejamos las cosas en la casa alquilada, menos mal que nos hemos venido un día, parecíamos que nos íbamos quince días. Nos dirigimos para Algodonales a la recogida de dorsales y asistir a las reuniones más concierto, pero antes nos pasamos por la pastelería Orozco del pueblo, un sitio increíble donde se puede degustar la mejor repostería del lugar y además a un buen precio como antes de la llegada del euro, recomendado, cafecito y para la casa de Al-qutum para recoger los dorsales. Tras esto asistimos al concierto de melodías tibetanas y de nuevo para Zahara, cenar y tempranito a la cama, a las 23:00 en el sobre y a las 7:20 en planta, el sueño lo cogí rápido pero a las 6:30 me desvele y ya no conciliaba el sueño, como se agradece no madrugar tanto, va uno como más relajado, descansado a la prueba, sin tensiones. Me eché mis bártulos encima ya preparados la noche anterior y para la presa, se presentaba un gran día para la prueba, las condiciones climatológicas eran perfectas, hasta la brisa se agradecía en algunos momentos. Segundo en entrar en los box, aquí no me gana nadie, jaaa y primera polémica los cartelitos de la bici, la noche anterior me preguntaba: ¿Donde cojo... pongo este cartelito? En la tija imposible con la forma de la mía, en el cuadro en la barra horizontal te daba en las piernas y pensé: "bueno en la parte frontal del manillar", si pero con lo pequeño que era no se veía mucho el número, así que tras hacer la revisión del material por los jueces se decidió que se llevara dorsal en el sector de bici. En el box (a mejorar, que poco espacio entre titanes) los nervios los tenía calmados, llegaron mis compañeros de club, algunos noveles en estas lides y hay estaba yo para animarlos, en esta lucha, que sabía con seguridad que la terminaría, como luego sucedió, ellos dudaban, pero se que son increíbles en el sufrimiento. La salida del nado se acercaba, yo me preguntaba: ¿y la foto de familia? este año me la he perdido o no ha habido, me terminé de ajustar el traje de neopreno, eso si ayudado por mi mujer y al agua, la salidita de este año ha sido peor que en una sprint, me he llevado más porrazos que en todas las triatlones de esta temporada juntas. Otra cosa ¿Y las boyas del año pasado? En principio no la he echado de menos, he tenido buena orientación en esta prueba, salida del agua en 33:13 menos tiempo que el año pasado que lo realicé en 38:48, se que el recorrido se han ajustado a la realidad los 2000m, porqué el año pasado se que se pasaron de largo, por lo menos esa es la sensación que me he llevado. La posición de salida del agua es el 59 de 276. Vamos mejorando. La transición uno, me la tomé con cierta tranquilidad pero que cambio, con la del año pasado, todo estaba previsto, la comida, los geles, etc, en 2:30 estaba fuera. Me veo a Pepe compañero de club y lo animo. Este año he elegido colocarme las medias largas se notaron en que no se cargan tanto los gemelos en la carrera, además de sentir las piernas más livianas.


Ya encima de la bici empecé a tomar referencia de donde me encontraba, no sabía que había salido el 56 del agua, vaya tela con el tío. Lo supe cuando empezaron desde el principio a pasarme los máquinas de estas distancias, no paraban en todo el recorrido no dejaban de pasarme, pero yo a lo mío mucha cadencia y a reservarme para la carrera a pie. Voy con una cadencia alta para calentar y me tomo mi primer gel. Se nota que este año no le he dedicado tiempo suficiente.


Vayamos por parte, primero el alto de las Palomas de 15,5km de longitud, lo coroné en 58:52 a 16 km/h, ritmo cómodo, reservando para El Boyar, pero me doy inmediatamente cuenta de que el ritmo no es el adecuado para el nivelón que había. Veo a mi hermano en la parte media del puerto haciendo fotos, en el tramo más duro a mi cuñado, me van animando y diciendo que voy a buen ritmo, no les creo, pero el animo me vale, en este tramo me como una galleta de chocolate. Llego al último tramo del puerto que se hace más ameno y meto velocidad, tiro mis botes para coger los de la organización, además de un gel, que me lo tomo enseguida. Intento meterme el periódico que dan para la bajada pero no da tiempo y desisto en intentarlo deben de darlo un poco más antes de la cumbre. Bajada con susto, el freno trasero me hace tambalearme y da la casualidad que se me atraviesa un objeto que se encontraba inerte en medio de la carretera y por donde iba mi trazada, creo que era de otro triatleta, salta la bici por encima sin perder el control, elijo no tocar mucho el freno trasero y hacerlo más con el delantero, a partir de aquí sin problemas y bajando controlando. Llego a Grazalema y me acuerdo de lo indicado por la organización bajar la velocidad, ya que se encuentra con tráfico abierto y mucha gente por el pueblo, efectivamente típico habitante de edad avanzada que intenta cruzar paso de cebra, todavía no había pasado al carril derecho, lo veo venir. Se une otro corredor se pone casi en paralelo conmigo y lo esquivamos con mucho margen. Salimos del pueblo siguiendo en bajada sinuosa, para empezar la pequeña subida del Alamillo de 840m, nada del otro mundo, subiendo me todo el segundo gel, veo a personas animando en la cima, no saben lo que se agradece. A partir de aquí viene mi parte buena que se trata de una bajada hasta Ubrique, pasando por Villaluenga, aprovecho en este tramo en comer tres bocaditos de pavo que me preparé para la carrera. Se recomienda no pasar hambre en ningún momento y comer aunque no se tenga hambre, hay atletas que ni piensa en esto y después se paga. Yo por ahora no me he quedado corto en ninguna carrera, hay que aprovechar las tiradas largas para probar comidas y ver cual es la ideal para ti, sin sentir molestias estomacales, no probar nada en la carrera lo puedes pagar caro. Acercándonos a Benaocaz tomo de nuevo botes y plátano, el cual me lo como también, los postres. Llego a Ubrique no antes cagándome en las muelas de un corredor temerario que adelanta por la izquierda sin avisar en la bajada hacia la gasolinera que se encuentra a las afueras del pueblo. En este tramo he observado este año que no ha habido tanto drafting. Se ha tomado en serio los atletas por lo menos lo que yo he visto. Cuando me dirijo en dirección al Bosque empieza la cabeza a decirme que abandone, pero algo me dice que siga, no sabia el que hasta que llegué a la T2. Antes de empezara subir el puerto más determinante de la prueba otro avituallamiento, cojo los botes y para arriba, primer tercio del puerto bien, como la carrera tranquilo, más atletas pasándome y que minaban mi moral. Llego a la parte de bajada hasta Benamahoma, me tomo otro gel y otro bocadito, empieza el segundo tramo hasta el área de descanso para mi el más duro, sufro como un condenado y empieza el diablillo a convencerme de que lo deje, esta opción toma peso pero cuando me doy cuenta estoy en el área y me da la sorpresa mi compañero Lay que me anima entre vítores de las demás personas que se encuentran allí, esto me da alas para afrontar el resto de la subida. Alcanzo con más pena que gloria a la cima, repostando los botes y tomándome otro gel, para afrontar las Palomillas, la subo pensando que son tres kilómetros de nada y que después de lo pasado no lo puedo dejar, pero esa idea no se me quita de la cabeza, pensando en tirar la toalla en el box, llego a la cima y repongo botes de nuevo, geles y plátano. Esta vez el periódico me lo meto en el pecho y afronto los últimos kilómetros en una bajada con cadencia alta para soltar piernas. Veo que viene un flipao que me dio la sensación de que iba muy rapidito y que luego me daría la razón por el presagio que tenía en la cabeza, este se la pega. Arribando a Zahara con buena velocidad y empieza el último tramo de la bajada a la presa, en una de sus curvas se acumulaba dos ciclistas en el suelo y otro par que pasaban cerca, uno de los que se encontraban en el suelo era el tipo de antes paso por un avituallamiento para que llamaran a una ambulancia.


Termino el tramo en presa con idea de no seguir, el tiempo este año ha sido peor que el año pasado (4:05:37) 9 min de retraso con respecto al año anterior (3:57:14), lo que gané en el agua lo pierdo en las dos ruedas. Cuando veo el box para hacer la T2, mi mujer me esperaba para darme el sorpresón , subidón que ningún gel me había dado en la carrera, me la encuentro con su barriguita de embarazada al aire y escrito en ella (MI PAPA ES UN TITÁN), me río de la alegría, lloro a la vez, me paro para darle un beso a ella y a mi hijo, le digo que lo dejo y ella me dice que como vas a dejarlo, no ves lo que te dice tu hijo.




Esto me da una fuerza que no me abandonaría el resto de la carrera, en la cual siempre que no voy a caminar, me calzo las zapatillas y me marcho del box tomando dirección a Algodonales. Me encuentro a mi cuñado y mi hermano para hacerme la cobertura fotográfica en la carrera a pie, les digo que no se pongan al lado mío para no incurrir en ninguna incidencia con las reglas, estos se van poniendo a lo largo del circuito para inmortalizar la prueba. Me obsesiono en no cargarme mucho en las subidas yendo con una frecuencia de zancada alta y corta en su longitud como subiendo escalera, me animo al observar que la mayoría de los corredores que me adelantaron en el tramo ciclista les voy cazando como la inexsorable caida de la arena en un reloj, les pasa factura sus excesos y me alegro de lo reservón que fui. Llego a Algodonales a buen ritmo y comienzo una bajada hasta la presa, para afrontar la subida hasta Zahara, no paro de hidratarme en los avituallamientos y en la gran idea que han tenido los organizadores colocar voluntarios con mtb dando agua entre los avituallamientos, el agua me la tiro por el cuerpo para bajar la temperatura del cuerpo, a estas horas el calor se notaba. Sigo pasando a triatletas y me pongo objetivo coger al siguiente.



Pasada la presa alcanzo a mi compañero de club Fran, le digo que me siga, este lo hace pero no puede seguir mi ritmo a los pocos metros. Y ahora viene lo que me enorgullece de algunos compañeros, él me anima a seguir, yo tiro para adelante, encontrándonos a nuestro paso al pedazo de triatleta que es el Sr. Iván Tejero, le animé cuando iba para Algodonales y el ya iba para Zahara, me dio la impresión de que no va bien. Luego me enteré de que tuvo un accidente con fractura de mandíbula, con lo cual no puede comer sólidos. Le digo que siga que es un campeón.


Y afronto la subidita a Zahara con su último avituallamiento, sigo pasando a triatletas y llego a la base del pueblo para afrontar lo más duro llegar a la plaza del pueblo. Entro en meta con más alegría que el año pasado dedicando el triunfo de esta batalla a mi mujer y mi futuro hijo. Soy de nuevo un Titán. Miro el reloj de entrada a meta y un tiempazo de 6:10:56, tres minutos menos que el año pasado, voy por buen camino para bajar de las 6 horas. Pero este objetivo lo dejamos para el año que viene, aquí hay que morir.

4 comentarios:

Lay dijo...

David, en primer lugar, darte mi mas sincera enhorabuena(aunque te la di en persona) por el carreron que te as marcao colega, es para estar muy pero que muy contento, me dio mucha alegria verte el el area de descanso y la verdad te vi muy bien(el sufrimiento iba por dentro claro) pero mas alegria me dio cuando te vi entrar en meta con los objetivos cumplidos, ahora toca descansar un pokito amigo.
Estaremos en contacto.

Ricardo Cabrera Cosano dijo...

David, pedazo de crónica, áunque sea tópico decirlo: eres un auténtico TITAN (con mayúsculas).

Y lo mejor está por llegar... YA lo verás!

Saludos y abrazos!

Unknown dijo...

killo,que estres con la cronica,me ha encantado,yo en tu lugar hubiera echo lo mismo,despues de ver a tu mujer en ese estado animandote,con la barriga como te dije anteriormente que va para arriba,es un subidon que no hay gel que te recupere tanto como eso.me alegro,eres un titan con "doping" entre comillas.yo que llevo mucho tiempo buscandolo me motivaria mucho tambien.un abrazo y enhorabuena a los dos.xao

Unknown dijo...

Enhorabuena campeon.
Me ha encantado la foto de tu mujer con la dedicatoria de tu futuro hijo.