
Resultados: http://www.ideain.com/abril2010/20100418nervion.htm
A otro asunto este fin de semana se disputó la XVII duatlón Ciudad de Chiclana, con un viento fuerte de levante que hizo estragos en algunos momentos de la carrera. El sorpresón me lo llevé cuando he comparado los resultados con los del año pasado, he mejorado la marca personal en esta prueba en cerca de 30", algo increíble por dos motivos, uno el viento reinante y otro como he dicho en mi párrafo anterior los entrenos, estos me mantienen a tono.
La primera parte de la prueba fue recorrida en 17:32, quince segundos más lento que el año pasado. Los quince segundos más rápido los pagué el año pasado en la bici y en el segundo tramo a pie, este año sabía que tenía que controlar más mis fuerzas.
La transición velocísima, una de las más rápida que he realizado, el entreno mental de las operaciones a seguir es importante, contra más pruebas, más pericia se coge, es algo innato que se realiza como un automatismo.
La parte de bici fatal, el viento fue el único protagonista, en tierra de nadie, tenía pensado quedarme con el grupo que iba a pie, pero este desapareció en la transición, nos agrupamos unas cinco unidades, intenté hablar para asociarnos pero esto no fructificó. Nos pasamos las cinco vueltas de hachazo en hachazo, aparecían y desaparecían, tenía la marca hecha a dos ciclistas puros, para asociarme a ellos pero estos daban unos zamarreones que luego en la última vuelta lo pagaron y la posterior transición los aniquiló, sobre todo uno de ellos que había perdido el norte y perdió su box. En la última vuelta tras ver que seguíamo en la lucha los mismos con nosotros mismo, salte a viva voz diciendo: "ESTAMOS HACIENDO LOS GILI...; AGRUPÉMOSNOS QUE ESTAMOS EN VEINTE METROS ENTRE NOSOTROS" hicimos esto y alcanzamos al grupo precedente en el último giro de 180º.
A la transición llegué tranquilo para tener cuidado de primero no caerme con los doblados y segundo localizar el box para una rápida transición de 26"(entrada y salida de los box) que me llevaron a colocarme bien en la segunda carrera.
Esta se realizó como siempre en el paraje incomparable de las marismas cercanas, no notaba que volaba, creía que estaba sobrado, pero incrédulo de mi, que era el viento era el que nos empujaba, al hacer el punto de retorno nos dimos un grupo de cuatro corredores con una pared virtual de viento que nos hacía el avanzar casi imposible, zancada corta y repetida, esa fue mi solución. Al final pique entre nosotros cinco y llegada guapa cada uno pegando fuerte.
Los tiempos después de estudiarlos tengo que decir que me son espectaculares, VIVA LO DE SER PADRE, anda que no me sienta bien.